¡Hola! Me llamo Nicolás y he creado este blog para escribir sobre
lo que siento y pienso, sé que es algo cliché utilizar este medio para fines
tan superfluos, sin embargo, no me importa ser uno más de los que lo hacen.
PRESENTACIÓN
Sería ilógico escribir sobre mi sin siquiera empezar por una
presentación, desde luego no espero q esto lo lea un público, pero me gusta
hacer las cosas bajo ciertas normas y si voy a escribir sobre mí, al menos debo
pensar que esto lo leeré en un futuro, y con eso espero por lo menos generar el
mismo tipo de emociones y sentimientos que al momento de escribirlo (aunque
resalto que lo hago con mucha lógica más que con sentimiento, por lo menos por
ahora). Dejando un lado tanta palabrería y justificación de mis actos (aun
pienso q debo justificarme por este tipo de cosas), empezare con la presentación
que está pendiente.
Primero que todo mi nombre es Nicolás (por el momento no quiero
especificar más datos sobre mi nombre), tengo 25 años y soy un chico común y
corriente con cosas no tan comunes y corrientes, no quiero dármelas de
especial, pero seamos sinceros, todos somos especiales y todos somos muy
normales, partiendo de este hecho describiré las cosas q me hacen especial,
pienso que lo primero que me puede resaltar y mi forma de ver las cosas, al
menos creo que pienso mucho sobre el mundo y sobre las personas, pero es algo q
me gusta, podría decirse que es una ventaja y no niego q me ha ayudado mucho a
encontrar momentos excelsos en mi vida, así que lo consideraría ventaja jeje,
aunque algunas ventajas son armas de doble filo (sin embargo de eso hablare
después). Lo segundo seria mi gusto por ciertos deportes, me encanta practicar
natación, no niego q mi habilidad para ese deporte es sumamente notable, no
obstante, mi único interés por ese deporte es netamente recreativo, tal vez en
otras circunstancias en una dimensión paralela (no tan paralela) hubiera sido
un gran nadador, tal vez un andador profesional, pero eso no paso y soy alguien
q puede nadar muy bien nada más. Siguiendo con mi presentación, he hablado de
mi forma de pensar (o mejor dicho sobre pensar las cosas) y de mi deporte
favorito, es hora de hablar de las ciencias que me gustan, y si entro en ese
tema admito que me gusta mucho las matemáticas, química, filosofía (aunque la
odie en el colegio), las ciencias de la salud, la ciencias de la mente, entre
otras, pero la que más podría resaltar son las ciencias relacionadas con los
sistemas computacionales, no solo porque mi profesión está TOTALMENTE
relacionada con esas ciencias sino que puedo decir libremente que al adentrarme
en el mundo de estas ciencias (por gusto propio más que por convicciones de
terceros), pude entender el mundo de una manera diferente, y muchos pensaran
que eso solo tiene que ver con Facebook, Word, Excel, Hotmail, Hacking, o
reparar algún equipo de cómputo, sin embargo esta ciencia abarca alternativas
inimaginables donde en muchas ocasiones ni siquiera tiene q ver con
computadores o bueno eso pasaría si utilizamos ese pensamiento en algo más
pragmático, cotidiano y relacionado a la vida fuera de una pantalla.
He completado mi primer párrafo, eso me alegra, tal vez sea porque
jamás había escrito tanto, sin que eso implicara una tarea de la academia o del
trabajo, para alguien q considera la lectura algo monótono, en verdad es un
logro bastante notable. Y ahora que, ya pude hablar (o mejor dicho aburrir)
sobre mí mismo, mis gustos, lo que pienso y algunas características de mí, tal
vez hay algo que está faltando, y si falta algo más, sé que actualmente es algo
absolutamente normal ? no, yo creería ordinario o mejor dicho natural, y a que
me refiero, eso sería al hecho de que me gustan los chicos, si soy gay, es una
confesión algo abrupta, pero si soy uno más de "esos" de cuyos gustos
han sido distorsionados solo por un motivo aparente: NACIMOS ASÍ. Este hecho,
aunque no es del todo relevante créanme que es de suma importante e influye
mucho en la vida de un chico como yo, es cierto, muchos gais pasan su vida
quejándose o teniendo crisis existenciales de porque su vida es así y porque
sus relaciones amorosas son así, sin embargo, yo sería igual de neurótico
siendo heterosexual jajajaja (y que no quepa duda en ello). Ahora bien, qué más
puedo decir de esta polémica característica que tengo, creo que lo más prudente
es hablar de mis experiencias y expectativas.
No quiero solventar el morbo de las personas o el propio hablando
de mi vida privada o del hecho que por ser gay tengo ciertos recuerdos
particulares, solo quiero escribir de lo que quiero y pienso, que no soy el
único que ha pasado por esas experiencias y acontecimientos, y se en lo más
profundo de mi ser, eso me hace sentir reconfortado (a veces la soledad puede
solventarse con el hecho de saber cosas obvias q no te hacen sentir tan solo).
Ahora bien, para iniciar con este tema es importante que tenga una historia, y por
fortuna así es, hay una historia, y para contar una historia tiene q ser desde
el principio así que eso hare, la contare desde el principio.
EL PRIMER AMOR
Todo comenzó (frase muy cliché, con esta frase sabrás que la
historia es larga y curiosamente lo es) cuando tenía nueve años
aproximadamente, para ese entonces estaba estudiando en el colegio como un
chico común y corriente, cabe resaltar un chico común y corriente SIN amigos;
este hecho tal vez no era el que influyo para que llegara a ser homosexual, sin
embargo, los hechos que pasaron después si sería de gran importancia para ello.
Como venía diciendo, era un chico solitario, me gustaba mucho aprender y me
sentía muy bien aprendiendo y sacando buenas notas (era gratificante tener la
admiración de profesores y de mis padres), aun así, sentía que nadie me
entendía, tal vez yo no intentaba entender a los demás, pero lo que si era
cierto es que no tenía amigos y a mis compañeros de curso no les agradaba (tal
vez ellos sentían que yo no me agradaba a mí mismo). Ahora bien, porque la
historia comienza a esa edad, es simple, a esa edad, en ese grado escolar, en
medio de tanta desolación y cotidianidad paso algo que cambiaría mi vida.
Al iniciar el curso (cuarto grado de primaria) surgió un
acontecimiento importante, todos íbamos a comenzar un nuevo año escolar, y ese
preciso año entro un nuevo alumno, de otro colegio, y ahora estaba con nosotros
en este año escolar. El chico se llamaba Carlos (tengan en cuenta q no me gusta
disfrazar los nombres como muchos lo hacen, así que no cambiare el verdadero
nombre de las personas), él era un chico, alto (de mi estatura, al fin de al
cabo yo era el más alto), delgado (una característica q no compartíamos),
cabello negro algo lacio, una tez blanca como si nunca hubiera recibido un
bronceado o jamás se hubiera quemado con el sol, era apuesto de eso no había
duda. Cuando el chico entro fue impactante para todos en el curso (aunque tal
vez el más impresionado fui yo), el venia de un colegio aledaño y decidió
cambiarse al colegio donde yo estudiaba (no se las razones de eso), pero lo
cierto es que su presentación fue impecable, al dar el saludo a los del curso
tenía una voz tierna, suave, pero a la vez fuerte e imponente (no estoy
sobrevalorando al chico en verdad esas cosas pasaron así, al fin de cuentas no
era el único que pensaba eso), después de presentarse ante el grupo fue la
sensación, todo el mundo quería acercarse a él, excepto yo, tal vez un chico
sin amigos, con el autoestima en el piso y sumamente poco atractivo, jamás
podría llamar la atención de una persona como él.
Carlos inmediatamente empezó a socializar con todos en el curso,
su forma de hablar, reír y comentar graciosas anécdotas, lo convirtieron
rápidamente en un chico popular (me daba mucha envidia notar ese hecho),
después el decidió tocar algo de flauta (el venia de un colegio donde se
enfocaba un poco a más a la música y nuestro colegio digamos no tenía esa
virtud), y evidentemente fue maravilloso, no solo era el hecho de que nuestra
formación musical era deplorable sino que además él podía tocar canciones muy
bonitas, llamativas y populares sin esfuerzos aparentes. Ya había visto lo
increíble que era ese chico, ahora que iba a hacer, ya tenía de amigos a casi
todo el curso, sin duda alguna me había impresionado y sinceramente me gustaba,
no solo a mi parecer él era muy atractivo, y con todas esas cualidades que pude
observar en una primera impresión, él ya estaba generando sentimientos en mí.
Pero que podía hacer (estaba dudoso), sabía que alguien así me podía rechazar,
pero hay que tener en cuenta que eso no me importaba, al fin de cuentas era un
chico sin amigos, no perdía nada tratando al menos de hacer uno. Así fue como
me acerque a él (ya estaba decidido, quería conocer a ese chico), lo mire fijamente
y le hable, le dije: "¿Quieres ser mi amigo?". Para mi sorpresa la
respuesta de él fue: "Si, claro", yo me sentía muy feliz, al fin
tenía un amigo y tenia de amigo al chico que me gustaba.
Así fue como el tiempo empezó a transcurrir y a medida que eso
pasaba podía conocer más a Carlos (cada vez me gustaba más), él era un
estudiante y deportista por excelencia, se destacaba en los deportes y también
en la parte académica de una forma muy natural, fácilmente empezó a destacar
sobre mí por su inteligencia (algo que me molestaba, puesto me esforzaba
mucho), y rápidamente no solo lo vi como alguien que me gustaba sino como un
RIVAL. A pesar de que en la parte académica pude estar a la parte con él, en
los deportes (era un fiasco en los deportes) el sin duda me llevaba una gran
ventaja, bueno, al menos en algo tenía que poder igualarlo. Con forme pasaba el
tiempo nos volvimos muy buenos amigos, él también me veía como su rival
académico y eso me emocionaba puesto que yo era o mejor dicho soy muy competitivo.
Muchas veces iba a la casa de Carlos, me gusta ir allá, era una
casa muy bonita y él tenía cosas muy bonitas (tenía muchas cosas que yo no
tenía, pero quería tener); en su casa jugábamos mucho videojuego, él tenía una
consola de playa une, en esa época lo mejor de lo mejor, mirábamos televisión,
puesto que tenía televisión por cable, y jugábamos en su computador (tenía
computador). Aunque tener la oportunidad de disfrutar esas cosas me gustaba
mucho, eso no se comparaba con el hecho de pasar tiempo con él, eso era lo que
más me gustaba. De igual manera, el también visitaba mi casa, aunque yo no
tenía los "lujos" que él tenía, encontrábamos la forma de divertirnos
y pasar un buen momento; muchas veces peleábamos al fin de cuentas ambos teníamos
un carácter domínate, pero al final terminábamos riendo con un espíritu de
camaradería aún mayor.
En nuestro grupo de amigos no solo estábamos Carlos y yo, también
estaba un chico llamado Javier (era muy gracioso) y otros dos chicos de los
cuales no recuerdo mucho. Salíamos mucho a caminar, comer algo, o simplemente
estar en el recreo; gracias a eso me empecé a abrir a las personas, no entendía
como en un pasado no tenía amigos, era cierto que no era tan popular como
Carlos, pero la gente comenzaba a hablarme y yo respondía a ello. Ya no era
invisible para mis compañeros, tal vez solo era raro, pero ya me ajustaba más a
un grupo de amigos, a las charlas con personas y a no pasar los recreos solo.
Salir con Carlos al inicio hizo que descuidara mis estudios, al fin de al cabo
no negare que me distraía mucho, pero tampoco podía descuidar mis estudios (el
orgullo de mis padres) por algo así; por eso decidí enfocarme mucho en mis
estudios, tampoco quería que Carlos me dejara atrás. Al recuperarme de mi
descenso académico quería llegar más allá y superar a Carlos en los deportes,
definitivamente fue un fiasco, él era mucho más atlético que yo, y su fuerza y
agilidad no se comparaban con mis reducidas estadísticas. Aunque no
pudiera ganarle en los deportes y la actividad física, intente fuertemente no
ser tan débil como era, y a pesar de mis vagos esfuerzos logre un pequeño
avance.
Un día, el colegio organizo una convivencia para nuestro curso (ya
estábamos en sexto de primaria), yo tenía once años, y la convivencia era fuera
del colegio en una finca situada en los alrededores de la ciudad. El clima de
la finca era cálido (a diferencia de la ciudad cuyo clima era muy frío) y
todos esperábamos echarnos un chapuzón en la piscina. Pero antes de cualquier
actividad recreativa, primero teníamos que hacer los ejercicios y
actividades correspondientes a la convivencia, todas las actividades eran
interesantes y dejaban mucho que pensar, sin embargo, el ejercicio que más
recuerdo y más me llamo la atención fue uno que consistía en escribir en una
hoja de papel lo que te gustaría ser, no de adulto, sino en ese mismo instante
y que nivel de inteligencia te gustaría tener. No tarde mucho en saber lo que
quería y había escrito que quería ser un Rey de la época medieval, que tuviera
mucho dinero, fama y sirvientes a su lado, también coloque que quería un nivel
de inteligencia "superior" (con eso me refería a una
inteligencia muy por lo alto del promedio). Después de hacer esto, los maestros
pidieron que leamos nuestros escritos (tenía mucha vergüenza de eso), y lo
hicimos uno por uno, para mi sorpresa lo que dijo Carlos fue totalmente
impactante para mí. Lo que él había escrito fue que quería ser alguien que
pudiera ayudar a las personas más necesitadas de África y que le gustaría una
inteligencia de uno a diez, nueve. No hubo nada que me haya hecho sentir tan
egoísta, miserable y triste, mientras yo pensaba en mí mismo, él se preocupaba
por la gente de África, y tenía un pensamiento así a esa edad, no podía
creerlo, mi admiración por el creció bastante después de eso.
Carlos era un chico muy guapo y no solo yo pensaba eso, muchas
chicas en el curso opinaban igual y era doloroso pensar que yo era el menos
atractivo del curso. Debido a esto las propuestas que tenía Carlos de las
chicas eran innumerables, muchas de mis compañeras tenían mucho aprecio por él
y muchas de ellas querían tener un noviazgo con mi amigo, solo era cuestión de
tiempo para que el pudiera decidir por alguien, y ese día llego. Él se había
cuadrado con una chica que le gustaba mucho, su nombre era Sandra, y para ser
sincero la chica no era nada fea, no sabía que sentir, por un lado, sentir
alegría porque mi amigo por fin había logrado cuadrarse con la chica que le
gustaba (era uno de los primeros noviazgos del curso) o sentirme totalmente
triste porque a pesar de todo yo tenía sentimientos fuertes hacia él, pero
sabía que jamás seria correspondido.
Decidí que la tristeza de mi corazón solo estaría en lo más
profundo de mi ser, mientras con una sonrisa me alegraba por la relación de mi
amigo. El hecho de tener novia no cambio mucho su actitud hacia nosotros, sus
amigos, eso me alegraba, seguíamos haciendo muchas cosas divertidas y conforme
pasaba el tiempo la relación de Carlos y Sandra se vio afectada, no se los
motivos, pero lo que si se fue que ellos terminaron rompiendo. Lo gracioso del
asunto fue que ese evento sucedió en mi propia casa, era evidente que a él la
quería, y era evidente que ella lo quería (no fue agradable ver la escena),
pero lo que en verdad rompió todas mis expectativas fue cuando Carlos le dio un
cariñoso beso de despedida (jamás había visto a Carlos besar a su novia), ese
beso fue tan doloroso y liberador que no supe q hacer, así que no hice nada, lo
graciosos del destino es que a veces nos depara cosas impensables y tal vez si
no hubiera presenciado ese beso, no hubiera sido tan fácil asimilar lo que
pasaría después.
Aquella noche había presenciado la ruptura más dolorosa de las que
hubiera podido observar, no solo vi cómo le rompían el corazón a Sandra, sino
que también vi como el mío lo hacía. Lo que paso los días siguientes a eso no
tiene mucha importancia, básicamente era la misma rutina de siempre, por ningún
motivo nadie noto mi melancolía de aquellos eventos que sucedieron, pero eso
era lo mejor, a fin de cuentas, nadie entendería lo que estaba sintiendo en
esos momentos. Para mí era claro que intentar algo con él era imposible, no
solo me di cuenta que Carlos por ningún motivo sentía atracción hacia los
chicos, sino que me di cuenta que alguien como Sandra (como había dicho
anteriormente, no era nada fea y no solo eso, era muy inteligente) no fue
suficiente para él.
En el colegio las cosas eran muy normales, tenía amigos a parte de
Carlos y Javier con los que podía pasar el recreo, aunque siempre pasaba más
tiempo con ellos; pasaron los días rápidamente hasta que en un abrir y cerrar
de ojos el año escolar había acabado, ahí fue cuando me entere de una fatídica
noticia, Carlos había decidido cambiarse de colegio para el próximo año
escolar. Esa noticia me entristecía, a pesar de que no tenía esperanzas de
tener algo romántico con él, aun sentía un fuerte lazo de amistad con el (lo
quería bastante así fuese como amigo) y aunque me había propuesto que me
cambiara de colegio junto con él, yo no podía aceptar esa propuesta, empezando
por el hecho de que no podía cambiarme a un colegio más costoso (no era justo con
mis padres exigir eso) y la otra razón era que ya había conseguido amigos en el
colegio donde estaba, en verdad no quería volver a pasar por todas las
molestias que abarcaba el buscar amigos, sobre todo en un lugar diferente, con
gente totalmente nueva y aunque mi amigo Carlos estuviera conmigo, yo sabía muy
bien, que para él, buscar amigos no le resultaba nada difícil, Carlos podía
socializar los demás de forma casi innata, pero para mí era lo contrario, era
evidente que me costaría bastante hacer algún amigo, solo sería cuestión de
tiempo para que Carlos me dejara por un nuevo grupo de amigos y tarde o
temprano terminaría solo y abandonado. No pude aceptar la propuesta de
Carlos e invente un par de excusas para hacerlo convincente, el no pudo objetar
nada de lo que le decía (supongo no me quería obligar a nada) y así fue como
los últimos momentos del año escolar se iban junto con mi primer amigo.
Las vacaciones pasaron rápidamente y cuando menos esperaba el
nuevo año escolar abría paso, sentía la melancolía de mi perdida, pero no podía
permitir verme afectado por eso, así que no le di mayor importancia a lo que
sentía y con una expresión decidida y poco expresiva estaba preparado para
afrontar lo que el nuevo año escolar me deparaba, pero lo curioso del destino
es que es impredecible y había cosas de las cuales no estaba tan preparado.
Cuando llegue al colegio, para mi sorpresa habían muchas caras nuevas, muchos
chicos habían llegado a mi colegio y a mi curso, eso significaba nuevos
prospectos de amigos (estaba muy contento de poder conocer gente nueva), sabía
que el "milagro" que había sucedido una vez podía suceder una vez
más, a pesar de que tenía amigos en el curso gracias a la influencia de Carlos,
no quería perder la oportunidad de lograr hacer nuevos y quien sabe lograr
vínculos tan fuertes como los que logre con mi primer amigo. Efectivamente todo
marchaba según mis expectativas y ya empezaba a hablar con aquellos prospectos
de amigos, sin embargo, había un chico con el que nunca tuve la oportunidad de
hablar; el chico era muy alto (tal vez más alto que yo), era mucho más ancho,
fuerte, con una expresión dura en su rostro y tenía un gusto por el baloncesto
de los recreos, tenía un yeso en su mano izquierda, al parecer había tenido un
accidente; para mi sorpresa aquel juego de baloncesto fue el momento perfecto
para poder comunicarme con él, y en efecto eso paso, aunque el actuaba de una
forma muy reacia, poco a poco él se fue acercando a mí, al parecer él no era
muy hábil en el estudio y la parte académica, y yo podía ser de gran ayuda para
sus debilidades.
El chico se llamaba Álvaro, y era un chico bastante interesante,
muy divertido y muy duro con las personas, admiraba la forma de no dejarse
intimidar por los demás (algo q no pasaba conmigo), tenía enyesado uno de sus
brazos debido a una fractura causada por un accidente que tuvo montando una
patineta, así es, era saber, un deporte muy cool a mi parecer. Poco a poco
nuestra amistad fue fortaleciéndose, el me enseñaba como se una persona más dura
y yo por mi parte le ayudaba en las materias que tenía mayor dificultad, así
fue como nuestra relación se convirtió en "mutualismo", trabajábamos
para complementar nuestras falencias y eso nos iba muy bien; aunque el lazo de
amistad con Álvaro era fuerte, no logre sentir lo mismo que sentía con Carlos,
era extraño, admiraba, me divertía y me gustaba pasar tiempo con Álvaro, pero
no sentía esa inmensa felicidad que me generaba estar al lado de Carlos. No le
di mucha importancia a esos pensamientos, puesto que no podía desenfocarme de
mi estudio y tampoco podía quedar atrapado en un pasado que sabía no volvería
jamás.
UN CORAZÓN LASTIMADO
Las cosas en el colegio marchaban de maravilla, tenía nuevos amigos, y con la amistad de Álvaro me sentía muy bien, todo estaba empezando a salir muy bien, incluso gracias al tiempo que permanecía con mi nuevo amigo, aprendía muchas cosas para evitar que me molestaran o se burlaran de mí. Cada vez me volvía más popular (por lo menos me hacía respetar de los abusivos), y con ello nació más confianza en mí mismo y en mi propia fuerza. De igual manera en la parte académica destacaba cada vez más, era conocido por mis compañeros y profesores por ser uno de los nerds del curso (eso no me molestaba mucho) y eso enorgullecía a mis padres.
Debo admitir que la materia que más me dificultaba era educación física,
nunca fui hábil para los únicos tres deportes que practicaban en mi colegio
(futbol, baloncesto y voleibol), sin embargo, de una u otra forma lograba tener
una calificación aceptable en esa materia. En casa disfrutaba de jugar en mi
computadora, me gustaba un juego el cual mi ex amigo Carlos me había mostrado con
anterioridad y desde ese momento me encariñe con el juego, tenía mucha historia
y era de estrategia, eso me encanto. Todo en mi vida estaba en orden hasta que
un día empecé a sentir un pequeño dolor en las rodillas (era leve pero cuando hacía
ejercicio en clases se acentuaba) que poco a poco se iba volviendo más molesto,
no sabía que sucedía y por un tiempo no le di importancia.
Esa molestia continuó varios días y semanas, eso me desagradaba,
por lo que al poco tiempo mis padres se enteraron de mi problema y decidieron
que iríamos al médico para q me dijera que pasaba. Cuando fuimos al médico me
dijeron que esa molestia era algo normal, eran dolores de crecimiento, eso me
alivio, sin embargo, tenía más que decir, cuando el medico continuo nos informó
a mi madre y a mí que padecía de una enfermedad llamada "Arritmia
Cardiaca", fue algo impactante para mí al inicio, no podía creer el hecho
de que tuviera una enfermedad así y la forma de descubrirlo fue por un simple
dolor de rodillas. Pero lo que más me sorprendía era la ironía de saber que no
solo mi corazón simbólico, sino que también mi corazón físico, estaban afligidos.
Esa enfermedad se convirtió en mi nueva aventura, aunque no era
una enfermedad de alta gravedad, era obvio que las consecuencias a futuro de
algo así no eran agradables, por lo que decidí (al igual que mis padres) hacer
todo lo posible para tratar esa afección. Visité varios médicos y cada uno de
ellos me decía cosas diferentes, era muy confuso, pero al final pude ir con un médico
especialista del corazón, él me dijo muchas cosas q no entendía muy bien, pero
lo que si pude entender era que podía curre con un tratamiento tomando ciertas
pastillas que no recuerdo el nombre. La solución a mi problema parecía bastante
convincente y algo simple, pero eso no era suficiente, el médico me dijo que
por causa de mi sobrepeso (comía mucho y casi no hacía ejercicio) mi condición tenía
mayores probabilidades de empeorar, por eso el recomendó que tenia que bajar de peso y tenia que practicar un deporte frecuentemente.
Mi padre que era una persona que amaba el ejercicio y me insistía
a cada momento que yo haga algo de ejercicio, tenía la razón, mi cuerpo había
expresado mis falencias en mi salud y era evidente que con algo de ejercicio mi
condición mejoraría rápidamente. Así fue como siguiendo los consejos de mi
padre y del médico (obviamente él fue el que me abrió los ojos) decidí practicar
natación. En el pasado ya había estado en cursos de natación, por lo que conocía
muy bien en que consistía ese deporte, esa fue la opción que elegí puesto que
otros deportes como fútbol o baloncesto no eran opciones que me llamaran la atención,
además, es importante resaltar que la natación es un deporte beneficioso para
la parte cardiovascular, observé estos hechos como señales para tomar mi decisión.
Así fue como inicie a nadar (también es una ironía saber que un deporte que decidí
practicarlo por indicación medica ahora sea mi deporte favorito), fue a una
academia de natación, aunque había estado anteriormente en la misma academia
aprendiendo estilos de natación, eso no había servido de nada, inicie desde
cero (fue lo mejor), de todas formas, me pareció bien aprender estilos desde
cero, quería aprender muy bien cada estilo. Poco a poco empecé a coger motivación,
y di todo mi esfuerzo para aprender y pasar los niveles con celeridad y
excelencia. para ser sincero, yo, jamás había sido hábil para la actividad física,
no solo por el hecho de ser "el gordito" del curso, sino que, en comparación
con otros chicos de mi edad, que no hacían deporte igual que yo, nunca tuve
ventaja alguna, ni siquiera podía igualar la fuerza y agilidad física de ellos.
No tenía mucho a mi favor, pero eso se convirtió en motivación, yo quería ser
un excelente nadador, quería ser reconocido por dominar ese deporte ante mis
amigos del colegio y mis compañeros de la academia de natación, y no tarde en
recoger frutos de mi esfuerzo.
Continuaba con el tratamiento para el corazón y practicando natación,
era muy juicioso y estricto con ambas cosas (mi salud dependía de ellos) y
gracias a eso pude experimentar nuevas experiencias no solo en la academia de natación
sino en el colegio, por fin podía decir ante mis amigos que era bueno para un
deporte (era bien sabido por todos que los deportes no eran mi fuerte), eso me
daba alegría, aunque no era admirado como otros chicos (regularmente
practicaban futbol), para mí eso era suficiente para sentirme bien conmigo
mismo. En la academia de natación me relacioné con muchas personas, cuando
estaba en mis primeros niveles, conocí a un chico que dominaba todos los
estilos, era guapo y muy amable, pero desde ese momento él se volvió un modelo
a seguir y superar. Cabe resaltar que no me sentía muy a gusto mostrando mi
cuerpo (cuando practicaba natación), puesto que físicamente no era atractivo,
pero conforme pasaban los días ese disgusto iba mermando, del mismo modo mi habilidad
para nadar crecía increíblemente, solo era cuestión de tiempo para que superara
a mis compañeros de la academia y pronto acabara el curso.
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